Puerta del Sol

Cuando uno tiene sólo 4 días para ver una ciudad y 2 de ellos se pierden en parques de atracciones, uno se siente en la piel de Jack Bauer, protagonista de '24 horas', pero con un día más para salvar el mundo, perdón, para hacer de turista. Cultura, compras, paseo, comidas. ¿Qué hago? El visitante es esclavo del “tiempo”. Y con tan poco tiempo sólo se puede empezar el recorrido en un sitio, en el corazón de la ciudad: La Puerta del Sol.

El primer sitio que me aconsejan por la red de esta plaza es "La Mallorquina" (Puerta del Sol, 8). A mediados del siglo XIX (justo antes de la gran reforma de la Puerta del Sol) ya existía el local que ocupa hoy la pastelería, café y salón de té. Una tienda de pasteles (principalmente ensaimadas), fiambres y botellas con un salón interior para que los contertulios tomaran chocolate, café, cerveza, etc. Un lugar perfecto para sentarse en alguna de las mesas junto a la ventana desde donde ver el devenir del centro de la ciudad.

Es el centro histórico de la ciudad, y del país, ya que efectivamente es el "kilómetro 0" de las carreteras nacionales de España. 

En los últimos años, las autoridades han intentado, con éxito relativo, descongestionar la zona restringiendo el acceso a la mayor parte de los vehículos. Desde "Sol", como se conoce normalmente entre los madrileños a este lugar, es fácil comenzar una ruta a pie por el casco antiguo de la capital: Preciados, Arenal, Carmen, Mayor, a un paso de Gran Vía, del Barrio de las Letras, del Paseo de la Castellana, de la Plaza de las Cortes...